Crónica de Ro Trejo sobre la tercera sesión pública del 98lab, a cargo de Marta Malo publicada en NoRockSolo Magazine
La tercera sesión pública del 98lab tuvo lugar el martes 13 de noviembre en el Centro de las Artes de Sevilla, esta vez a cargo de la investigadora social Marta Malo. La actividad consistió en la proyección y posterior debate sobre el documental “Precarias a la Deriva: a la Deriva por los Circuitos de la Precariedad”, que se realizó en 2004, como fruto de un proceso de investigación –que también quedó reflejado en un libro-, en el que se plasma toda la labor del colectivo de recorrer y acompañar los itinerarios de las trabajadoras precarias.
Tras presentarse, Marta nos propone una visión activa del documental para posteriormente debatir sobre su vigencia ocho años después; para trazar paralelismos entre la situación reflejada en él y la actualidad (2012).
Como curiosidad, comenta que el vídeo también se empezó a fraguar en el contexto de una huelga general (paro de la actividad y de la sociedad), y que una de las cosas que llevaron a cabo fueron Piquetes-Encuestas para comprender cuáles eran los motivos que llevaban a algunxs trabajadorxs a no hacer huelga.
La premisa inicial del proyecto era adoptar las herramientas de los primeros feminismos, “Partir de nosotras mismas hablando con las otras”, teorías desarrolladas en los 70’s. Pone como ejemplo los encuentros del té con pastas que daban pie a charlar entre mujeres, generando grupos de autoconocimiento del cuerpo, autoconciencia, etc.
Como colectivo, el primer objetivo de Precarias a la Deriva era conseguir poner nombre a lo que les pasaba, ya que eso iba a generar un compromiso político. El segundo era genera un sistema colectivo partiendo de ellas mismas, pero esto no terminó de cuajar.
El proyecto se hizo a partir de dos dispositivos: la deriva como proceso (recorrido por la ciudad, por espacios de trabajo y ocio), y las conversaciones y discusiones que se daban durante ese camino, a partir de la inmersión en la realidad, volver a pensar juntas, como colectivo, tras el diálogo.
Marta insiste en la importancia de haber registrado todo: vídeo, relatos, dibujos, teatro; es importante utilizar todos los lenguajes, no sólo lo puramente discursivo, para poder llegar a todxs. Y es que precisamente con todo el material se decidió hacer el documental y el libro, seleccionando, editando y postproduciendo el material de manera colaborativa, mediante sampleo, organización por bloques de contenido y reparto del trabajo entre el colectivo.
A continuación vemos el documental:
A la deriva (por los circuitos de la precariedad femenina). from Colectivo Roig i Negre on Vimeo.
Tras el visionado, el debate comienza confirmando la actualidad del documental, que la crisis no es de ahora, que las expectativas que no se están cumpliendo: podemos ver cosas comunes y otras que están peor. Comenta cómo son las historias de alguna de las mujeres que aparece en el documental –que ella misma conoce-, casi diez años después: alguna ha vuelto a su país, otras han ido naturalizando la situación de inestabilidad constante. Y es que la precariedad está en la base y ahora estamos incluso más precarizadas, como algo sintomático del capitalismo actual (desahucios, la deuda).
En este punto nos planteamos ¿Dónde está el límite de la precariedad?
Estamos viviendo además una crisis en el territorio doméstico, una crisis de los cuidados (invisibles, no remunerados o mal remunerados), una negación de la interdependencia. No estamos acostumbrados a pensar en comunidad. Marta afirma que la producción y reproducción del saber es un campo de batalla donde hay que situarse y tomar partido.
¿Hasta qué punto nos resitúa el vídeo? Cuando partimos de nosotrxs mismxs, contamos cosas a más gente: se produce una conexión desde la micropolítica a la macropolítica. Hay distintas visiones y de ahí que la importancia no esté tanto en la difusión, sino en la reflexión a raíz del visionado, ya que lo audiovisual es una herramienta, un gran mecanismo para contar historias complejas. La reciprocidad es fundamental en este tipo de trabajos militantes de investigación; beber e inspirarnos en otras personas, que haya feedback, o alguna suerte de post-test para evitar la instrumentalización.
El vídeo se ha proyectado también en América Latina, y allí se hizo una crítica a Europa, que estaba “llorando su pena”, ya que la cuestión más problemática son las diferencias globales norte/sur.
Otro aspecto a tener en cuenta es que el documental pretende dar en cierto modo un golpe a la academia, a los feminismos institucionales, que no se enfrentan realmente a los feminismos de la calle. Marta nos cuenta como anécdota que muchas de estas instituciones comentaban respecto al documental “ah, ¡qué discurso más fresco!”, pero que otras instituciones, sobretodo culturales (Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, UNIA) si reflexionaron de forma más activa sobre el contenido.
El feminismo social ha perdido mucha visibilidad, ahora están más presentes en la economía social, se trata más bien de una liberación de tu energía para el servicio de todo, y de ahí la importancia de que los espacios colectivos sean capaces de asumir no sólo situaciones vitales y subjetivas (como la maternidad), sino también la cuestión económica.
Cerramos el debate señalando que la cuestión ya no es de qué trabajo sino cómo hago mi vida sostenible, cómo vamos encajando las piezas del puzle.